Un paso atrás - Pastoras de Sueños

El objetivo más básico de nuestro proyecto es poner en marcha la construcción y desarrollo de un nuevo lugar en el que poder vivir con los animales, en el que poder adecuarnos a un modo de vida que descubra las posibilidades que nos ofrece la montaña, el cultivo de la tierra y el apoyo mutuo.

Este proyecto comienza en una aldea de Galicia, en el mes de mayo de 2022, momento en el que las cabras, acompañadas de pastores y caballos, iniciarán la trashumancia desde el puerto de Leitariegos, recuperando así, esta práctica ancestral que, durante varias semanas, nos conducirá con el ganado por la cordillera cantábrica durante casi 200 km, hasta llegar a Arnicio, en el parque natural de Redes, Asturias. Este ha de ser solo el comienzo de algo mucho más grande, pues lo que se pretende es llevar a cabo un proyecto conjunto que unifique dos potencialidades extraordinarias: las de la cabra y las del caballo. En las cabañas de la Collá d’Arniciu encontramos el lugar en el que desarrollar nuestras actividades conjuntamente.

Arniciu, que está situado cerca de Bueres, es un puerto de montaña que en el pasado fue primordialmente tierra de pastoreo, pero que hoy en día está desaprovechada casi por completo, puesto que no hay rebaños de pequeños herbívoros, fundamento de la preservación de estos paisajes y la vida que se encuentra en los mismos. Nuestra idea es reintroducir el pastoreo, práctica que cuenta con más de 10.000 años de antigüedad y que favorece el mantenimiento de un territorio que se ha ido modelando gracias a la presencia de ganado caprino y ovino. Durante miles de años los animales han ido construyendo estos parajes naturales que se encuentran en este momento tan descuidados, pero que pueden volver a recuperarse. Así, lo que se pretende es reconstruir y rehabilitar las cabañas de esta zona, un lugar idóneo para la libertad de los caballos y las cabras y, de este modo, desarrollar múltiples actividades basadas en la autosuficiencia alimentaria, la recuperación de una vida en contacto con la naturaleza, el bienestar de los animales y el desarrollo sostenible.

A continuación, se mencionarán algunas de las actividades de las que constará el proyecto y que tendrán como epicentro estos elementos fundamentales: los caballos, las cabras, la huerta y una vida de cooperación y aprendizaje en la naturaleza.

• Construcción sostenible y autoabastecimiento: se pretenden restaurar las antiguas cabañas de los pastores para hacerlas habitables. Estas serán la base y estancia de los pastores que efectuarán pequeñas trashumancias para subir el rebaño a las zonas de montaña más altas durante el verano. Asimismo, una de las cabañas irá destinada a ser un espacio específico para la producción de quesos y otros productos lácteos. Cerca de las cabañas se cultivará la tierra, se harán huertas en las que se producirán verduras y hortalizas propias de la zona. El objetivo es aspirar lo máximo posible a la soberanía alimentaria, apostando por el autoabastecimiento y evitando así la participación en los mercados internacionales y sociedades de consumo.

• Cursos, talleres y experiencias con animales: este proyecto no es un proyecto cerrado, pretendemos que este espacio esté abierto completamente al exterior, por ello, uno de los núcleos más importantes es la participación activa de todo el que quiera acercarse a este modo de vida. Dicho acercamiento será posible mediante la impartición de talleres de aprendizaje y cooperación.
  En primer lugar, los caballos ofrecen múltiples posibilidades. Se harán cursos de formación, tanto con ayudantes como con gente que esté interesada en conocer el fascinante mundo que rodea a dicho animal.

Se trabajará con la tracción animal, que consistirá en trabajar junto a los caballos (siempre respetando su bienestar y su naturaleza) en el arado de las huertas, la extracción de madera de zonas boscosas, porteo de cargas, etc. Se presentará así la capacidad del caballo para cooperar en diversas tareas en el medio rural, cooperación que posibilitará que se limite el uso de vehículos de motor lo máximo posible. Por otra parte, se ofrecerán cursos de doma natural y talleres de equitación con la intención de desmantelar la visión distorsionada que se tiene de los caballos, visión en la que predomina un desmesurado afán de dominio y ansias de jerarquía. Por último, se ofrecerá la experiencia de realizar travesías junto a los caballos, a veces durante varios días, por las montañas; durante el tiempo que dure la travesía, los participantes podrán alimentarse con los productos locales de la zona, cultivados y obtenidos por nosotros mismos. Los caballos y las cabras se fusionarán con intención de ofrecer experiencias interrelacionadas, como, por ejemplo, experiencias con caballos para ir a visitar las zonas de pastoreo.

Con respecto a las posibilidades de aprendizaje que se nos presentan en el contacto con las cabras, se llevarán a cabo formaciones de pastores, con la esperanza de que este oficio sobreviva y pueda perpetuarse en otros lugares del mundo. El mundo de la cabra resulta, para quien se acerca a él, realmente fascinante; se podrán aprender técnicas de pastoreo basadas en el respeto por la naturaleza del animal.
También se ofrecerán talleres de elaboración de quesos y otros lácteos, a fin de expandir un conocimiento que nos dote de herramientas para aumentar el control sobre nuestra alimentación. En definitiva, lo que nos proponemos al practicar y enseñar el pastoreo es defender la ganadería, que, tal y como señala Jocelyne Porter, es "defender una relación con el trabajo que tiene como objetivo la autonomía y la emancipación. Porque la ganadería es por esencia capitalista. Su objetivo no es la acumulación sino la libertad. La libertad de sus animales y de sus ganaderos. La libertad de trabajar bien y con dignidad. Por tanto, defender la ganadería no es solo defender los territorios y nuestra soberanía alimentaria frente a los grandes grupos industriales y frente a las multinacionales (...), es luchar por otro proyecto de sociedad, otras formas de relacionarnos con los animales en el trabajo. Por eso el reto no es liberar a los animales del trabajo y renunciar a nuestra vida con ellos, sino transformar el trabajo, para ellos y para nosotros".

De este modo, la idea general del proyecto se puede entender como una toma de conciencia acerca de la recuperación del modo más natural y respetuoso de convivir en la naturaleza con los animales, con las personas, aprovechando todos los recursos que se nos brindan, apostando por una lógica que se distancie de una visión del ser humano-dominador en favor de una interacción comunitaria y ecosistémica que integre a las personas, a los animales y la tierra.

La motivación esencial que nos empuja a emprender todo lo dicho anteriormente es, tal y como se viene intuyendo, la de explorar y compartir formas de vida que, en un principio, se nos han negado. Se nos han negado porque se impone un sistema único y totalizador que quiere acabar con todo aquello que no siga la lógica de un mercado que está acabando con la libertad de los animales, con la conservación de los parajes naturales y con la autonomía del ser humano. Nosotros pretendemos desligarnos de dicha lógica, aprovechando los espacios que aún no han sido totalmente devastados por la misma, para crear una vida cuyas posibilidades son, en última instancia, una apertura al futuro desde la recuperación un pasado perdido. Este proyecto irá dirigido a todo aquel que sea afín a este modo de ver las cosas, afinidad que puede manifestarse de múltiples maneras, desde la compra de los productos que vamos a producir o participación en las actividades propuestas, hasta voluntariado.

Este proyecto es, en definitiva, la unión de dos pequeños proyectos que aún no se habían encontrado, pero que ahora tienen la oportunidad de unirse para crear algo más grande, más transformador y creativo.
Ines hace veinte años que comenzó a construir una vida dedicada por entero al pastoreo de cabras, al cultivo de la tierra y a la cooperación entre personas que comparten las mismas inquietudes que ella para, así, poder habitar en este mundo de forma distinta, sostenible y autosuficiente. En una pequeña aldea de Galicia, Ines abrió las puertas de su granja a personas de países muy diversos, a través de plataformas de voluntariado como workaway y woofing, con el objetivo de consolidar un proyecto grupal de aprendizaje orientado al pastoreo y manejo de las cabras, la elaboración de quesos y yogures artesanales y el cuidado de la huerta. En aquel lugar se comprobó que es posible una realidad autosuficiente, basada en el apoyo mutuo y el aprendizaje constante; se llevó a la praxis un modo diferente de interactuar y vivir con los animales, fundamentado en el respeto por su naturaleza salvaje y cooperativa. Asimismo, aquella casa fue la cuna de muchos otros proyectos de pequeña ganadería y agroalimentación, proyectos que se están desarrollando ahora de la mano de algunos de los voluntarios que aprendieron allí a llevar una vida cuyas posibilidades les eran desconocidas. Así, este lugar se fue creando poco a poco, entre animales y personas, hasta llegar a constituir un espacio en el que habitar significó proteger, cuidar, y cultivar.

Sin embargo, el tiempo en la montaña lucense se agota para el ganado caprino, la industrialización y tecnificación maltratan la tierra: la privatización del territorio, la masiva plantación de eucaliptos y la consecuente desaparición de bosques autóctonos imposibilita que las cabras y el pastor que las acompaña se desarrollen con libertad. Apenas queda pasto para los animales, las subvenciones gubernamentales continúan apostando por la macro-ganadería y todo el territorio se ve explotado por la misma; las cabras necesitan grandes extensiones de montaña para caminar y moverse con libertad, el pastoreo real consiste en acompañar a los animales allí donde ellos deseen ir, y estos apenas tienen espacio para poder cubrir sus necesidades más básicas.

Por otra parte, Héctor lleva conviviendo con los caballos toda su vida, aprendiendo de su naturaleza salvaje para trazar una relación basada en la no-dominancia, en la cooperación y en el cuidado. Héctor sostiene que el caballo es un animal que no entiende las jerarquías ni la imposición, que son seres con un amplio abanico emocional que pueden llegar a cooperar de manera extraordinaria sin que haya ningún tipo de relación de poder. Esta realidad está ahora mismo efectuándose; en el parque natural de Redes, Héctor está llevando a cabo un proyecto dedicado al viaje y la experiencia con caballos que él mismo doma. Así, las travesías a caballo consisten sobre todo en viajar y cooperar con los caballos, que se convierten en compañeros, en amigos, allí arriba en las montañas vivas, donde no hay lugar para los ritmos del mundo moderno, para el dominio de los caminos y los animales, donde uno solo puede plantar los pies en la vida y convertirse en también animal y en montaña.

Inspirados en estos dos mundos, en el de las cabras y en el de los caballos, así como en la idea de un modo de vida autosuficiente y creativo, personas como Marta, Natsumi, Mattheu, Anthony, Iván y Cecilia, han decidido participar en el proyecto. Son gente que proviene de países muy diversos; desde Japón hasta Francia, estas personas han sido voluntarias en la granja de Ines y han decidido continuar junto a ella el camino que se ha venido construyendo hasta el momento, para que este pueda seguir desarrollándose y transformándose en algo que albergue muchas otras posibilidades.